Fin de año

En medio de la tormenta laboral me doy un momento para poder actualizar este Blog. No puedo creer que el año pasado ni siquiera dedique unas líneas al final del 2009.
Este año para variar se me ha ido volando, ha sido un 2010 extraño, tuve buenos momentos como el por fin viajar a Chicago, pero también hubo otros muy difíciles. Afortunadamente hoy, la situación ha mejorado y ojala siga así por mucho tiempo.
Presiento que el año nuevo traerá nuevos retos y metas que lograr. Tal vez por la época pero me encuentro revisando seriamente aquellas cosas que deseo, es una pena que no se pueda tener todo en esta vida, así que tendré que pensármelo muy bien en que es lo que quiero realmente.
Para concluir el año, y como parte de los cambios, estoy en plena desintoxicación amorosa. Siempre me ha parecido súper cursi eso de “Si mas algo déjalo libre si regresa es tuyo si no nunca lo fue”, pero en esta semana podría llorar de solo leerlo. De plano creo que necesitare otra entrada para sacar un poco de este sentimiento que me invade el alma.
Preparada o no, bienvenido 2011.

BICENTENARIO???

Hace mucho que no quejo (por supuesto por escrito), así que hoy aprovechare para hacerlo en este olvidado espacio, total nadie lo lee.
Precisamente hoy comienzan los cierres aledaños al Angel y por ende todas sus peripecias. Y si obvio al trabajar a unas cuantas cuadras de la Reforma, me toca aguantarme (como cuando hay alguna esporádica marcha, algún partido que festejar o se tiene que poner un re-chulo arbolito de navidad, etc.) el tener que salir más temprano de casa, ponerme histérica pensando en que no llegaré a clases o simplemente tardarme en poder pasar una calle.
Si todas las anteriores ocasiones he apechugado se preguntarán que es lo que me molesta en ésta ¿no? Y si no se lo preguntan de todas formas se los voy a decir. Se me hace de la más poca madre el celebrar algo como nación precisamente cuando se está viviendo una inseguridad histórica en todo el país. No sé si celebramos eso o simplemente es unirnos a la fiesta de in-gobernabilidad de México.
Así que hoy más que compartir la alegría de las fiestas patrias, me uno al grupo de los que creen que por el momento no hay nada que festejar, y ojala no tengamos que esperar otros 200 años.

Domingo gris...

El primer día después del último día siempre es triste.
Cuando un niño tira una piedra al mar desde un puente, uno puede sentirse feliz como el niño o muy grande como el mar, o importante como el puente, o con una vida tan corta como los círculos que se forman el agua. Yo el primer día sin (…), me sentía como la piedra.


Olga. Chiara Zocchi.

NOTITA EDITORIAL

A pesar de que se diga que el 14 de febrero es solo una fecha comercial, es difícil no percatarse de su paso en el calendario. En cuanto a mi experiencia personal, he de decir que son pocos los gratos recuerdos relacionados al día de San Valentín. La siguiente entrada tiene casi dos años que la escribí. Ahora entiendo más claramente eso de ten cuidado con lo que pides… ja,ja.
Hoy puedo decir que me encuentro enamorada y que sin la intención de festejar el día del amor y la amistad, pase un excelente fin de semana.

EL AMOR DESPUÉS DE LOS 30's

Definitivamente yo creo que hay cosas que no cambian a pesar del paso de los años. Y para los menores edad que tengan curiosidad de cómo se enamoran los más rucos, les diré que después de los 30’s todavía te puedes sonrojar y sentir las benditas maripositas por la persona amada. Aún pasas largos momentos recordando aquellos que disfrutaste a lado de tu amor, te emociona oír su voz del otro lado de la bocina y puedes vivir contando los minutos para volver a verle. En otras palabras uno se comporta tan estúpidamente como cuando tenía 15 años. Creo que el enamoramiento no madura por lo que siempre seremos infantiles una vez que caemos en las redes del amor. Lo único que pienso que cambia es la frecuencia y así es que mientras en las edades más tiernas fácilmente nos enamoramos muchas veces al año, en la edad adulta el corazón es más desconfiado y obstinado. Yo desearía amar otra vez pues llevo más de 730 días sin enamorarme.