21 agosto 2011

SU SERVICIO APESTA!!!




Una vez más utilizare este espacio para quejarme amargamente ya que prefiero utilizar mi tiempo de terapia en otras cosas.
Pues resulta que hoy asuste a una familia en el Mcdonald’s, debido al tono de voz y gesto que le dedique al cajero, ja,ja,ja, soy de lo peor pero si me da mucha risa recordar sus caras. El hecho es que después de ver que ya habían atendido a varias personas que venían detrás de mí en la fila, le pedí a la despachadora mi orden y aparte de casi aventármela me la entregó en una bolsita para llevar cuando yo la había pedido para comer ahí, si no perdí la paciencia ante su gesto de assh! ya no me alcanzó para cuando el cajero me dijo que ya no tenía charolas. Lo primero que pensé fue" y qué?? Wey quieres que yo vaya a recoger charolas o cómo?" Afortunadamente aún no me da por patear a la gente así que sólo le reclame el que me hubiera hecho esperar, y esa fue la parte en la que espante a la gente de la fila.
Lo que realmente me enoja es la calidad de servicio que en general hay en casi todos lados. Así que diré que aparte de Mcdonald’s, esta entrada la inspiró el guardia de seguridad del edificio en el que trabajo, ya que no solo creo que le pesaba la panza esta tarde para abrirme la puerta sino también la boca como para emitir algo más que balbuceos ya que después de decirle de plano que no entendía que decía logro decirme “gafete”, es decir la frese completa tendría que ser “¿trae su gafete?
Todo lo anterior me trajo a la mente la clase de “Mercadotecnia de Servicios”, en la cual no pasó un día sin que alguno del grupo diera un ejemplo de un mal servicio recibido esa misma semana. Entre mis propios ejemplos puedo mencionar el servicio de Cinemark, Telcel, CFE y Banamex. Me queda bastante claro que no se pueden realizar generalizaciones pero, desde mi muy particular punto de vista, creo que el servicio proporcionado en casi todos lados apesta!!!! Y más allá de que el servicio tenga que ver con la calidad que ofrecen las organizaciones públicas o privadas, creo que lo que más deja que desear es la actitud del personal que otorga el servicio. Si hay algo peor que un cliente déspota es un empleado que siente que te hace un favor personal en lugar de brindarte un servicio por el que pagas.
Quizás todo lo anterior no sirva para hacer consiente a la gente sobre la actitud en que realiza su trabajo, porque casi todos ofrecemos un tipo de servicio, pero por lo menos estas líneas ya ayudaron a tener una terapia narrativa.