10 julio 2007

NOTA EDITORIAL 002

Cuando inicie este Blog tenía ya tenía claro un par de escritos, uno de ellos era el mundialmente desconocido “Sexualmente Sospechosa”. El otro era relacionado a esas horribles experiencias llamadas Entrevistas de Trabajo.
La inquietud de escribir sobre estas últimas surgió de un par de traumas. Actualmente mi desempeño profesional es en el área de Selección de Personal, por lo que en más de una ocasión he tenido experiencias poco comunes y gratas como entrevistadora. La otra razón deriva la asesoría que a veces me solicitan mis amigos, cuando buscan trabajo.
Con esa línea había decidido dedicar un espacio en Deliriocity a “Tips para sobrevivir a una entrevista laboral” sin embargo, en el último mes, me encontrado dos ocasiones en la silla del aspirante. Ambas me han dejado aprendizaje y en general considero como un buen ejercicio el estar de vez en cuado de ese lado, ya que me ayuda a tener una mayor empatía con mis entrevistados y por otro lado darme cuenta de los errores que a veces comete el entrevistador. En fin, espero que la experiencia que narro a continuación les sirva como un buen ejemplo de lo que NO DEBEN hacer si desean conseguir un empleo. Ja!
También chequen la recomendación cinéfila pues es una pelí muy a tono.

COMO PERDER UN EMPLEO...ANTES DE CONSEGUIRLO!

La semana pasada acudí a una entrevista de trabajo a la que sólo puedo calificarla de desastrosa. La cita fue a medio día con un Director de la Secretaría de Economía, el puesto se trataba de una Jefatura de Departamento.

Debido a que actualmente me encuentro laborando, tuve que escaparme para acudir a la entrevista. Para ahorrarme el contexto y detalles, sólo diré que tenía el tiempo justo para ser puntual. Al llegar a la oficina del Licenciado me anuncie con su secretaría la cual me indicó que esperara en una sala. Después de unos 15 minutos me llevó a la oficina del susodicho. Luego de la presentación y apenas empezada la entrevista, sonó su celular (esa fue la primera de tres llamadas que atendió en mi presencia). De acuerdo a lo que me refirió el mismo, se trataba de una amiga con la que no había hablado en un tiempo. La llamada duró alrededor de 10 minutos, tiempo en el que me dedique a explorar visualmente la oficina y a rogar internamente porque colgará y continuáramos con la entrevista ya que tenía que regresar a trabajar.

Cuando por fin terminó su conversación, y todavía con una actitud cortes de ambas partes, retomó el interrogatorio. El punto que siguió y en el que se centro exclusivamente la discusión de los siguientes 40 minutos, fue a una de las actividades que realizo en mi actual empleo, el proceso de selección que se lleva a cabo para ocupar ciertos puestos. A partir de mencionar eso el tipo comenzó no sólo a cuestionarme sobre su finalidad y obviamente su efectividad. Aunado a ello comenzó a hablar en un tono lo suficientemente alto como para que se escuchara su voz fuera de la oficina. Cabe mencionar que la entrevista se transformó en una cátedra legal (me mencionó que era abogado) que parecía estar dirigida a que aceptara yo su opinión como la neta del planeta.

Ahora viene la parte de lo que no deben de hacer si quieren quedarse con el puesto. Dado que mi entrevistador propicio más una conversación de café que otra cosa y siguiendo su tenor, comencé a hablar más fuerte, a defender no sólo lo que realizo por disposiciones oficiales, sino porque también tengo una firme convicción en lo que hago, derivado primero por mi formación y en segunda por mi experiencia. De algo estaba segura de que si no le iba a cambiar su opinión por lo menos yo tampoco cambiaría la mía y no pensaba seguirle la corriente a un tipo con un ego tan grande.

Deduzco que no fue algo fuera de lo común que la voz del Director se escuchará fuera de la oficina pero si el hecho de que se escuchará otra voz. Aquello ya se había convertido en una especie de partido en el que peleábamos por el manejar el balón a un mismo nivel. En ese momento, yo tenía muy claro que no me interesaba quedarme a trabajar ahí y gracias a él que dependía de su visto bueno el que yo entrara a trabajar.

De repente cambio nuevamente su tono para hablar suave y tranquilamente. Me dijo que ya me notaba alterada y enojada, por lo que prefería terminar la entrevista si yo lo decidía. Lo anterior era porque yo ya me estaba tomando personal todo lo que me estaba diciendo?????!!!!!!!!!

Reconozco que mi ego en ese momento también ya se había inflado y ciertamente ya estaba enojada. Después de que el idiota prácticamente me había dicho que lo que hago en mi trabajo no es funcional y gritarme ¿ahora pretendía correrme? Ja. No lo iba a permitir. Así que yo también decidí cambiar la estrategia y como yo iba a una entrevista, por que al parecer a esas alturas él ya lo había olvidado, le dije que no estaba alterada y que le pedía una disculpa por apasionarme. Que me apasionaba lo que hacía y que por eso lo defendía pero que jamás había sido mi intención ofenderlo. Y teniendo el micrófono otra vez comencé a describir mi experiencia profesional, en otras palabras hablar de lo que sé hacer pues ese era uno de mis objetivos.

Nuevamente fui interrumpida, para que amablemente me diera un vaso con agua, y por supuesto para retomar su rol de dirigir la situación. Así fue como llegó mi retro-alimentación sobre lo positivo y negativo que observaba en mí.

Ya para terminar, dijo que estaba viendo más candidatas y que de en caso de elegirme se comunicaría conmigo, y que tenía muchos puestos vacantes, entonces ya lo vería y me avisaría. Para la mayoría de los mortales ese hubiese sido el instante para dar las gracias y retirarse pero no para mi. Todavía me faltaba darme el lujo de ser yo la que le dijera que no me interesaba su oferta y así fue. Le pregunte cuales eran las funciones del puesto, ya que conocía el nivel pero no el área en la que se encontraba la vacante. Si yo me daba lujos, él por qué no, así que me respondió que había uno en ingreso (el área de mi interés) pero que tenía otras aspirantes, entonces pensando que a esas alturas yo daría mi brazo a torcer, me dijo que me contemplaba para uno de asistente, con funciones administrativas osea secretariales???????? Y por fin llegó el punto de decir “No gracias, no estoy interesada (en tener que soportarte)”. Ante un “yo creo que todos requerimos mejorar nuestros ingresos” respondí que de aceptar sería incongruente con mi discurso y que buscaba un puesto de mayor responsabilidad y desarrollo profesional (tomando como referencia el que actualmente ocupo).

Ya se imaginarán que salí encabronadísima de ahí. Pensando primero que había sido una perdida de tiempo “la entrevista”, que aquel era uno tantos que por el puesto creen que todos les debemos subordinación total y que el cambio de partido en el poder, aún con gente joven en sus filas, sigue partiéndole la madre a México. Está reseñada es más bien un resumen ya que sería difícil escribir todo lo que oí ayer y peligroso recordarlo porque mi PH se podría disparar una vez más.

Platicándole mi experiencia con un amigo, el cual se dedica a lo mismo que yo y me conoce enojada, me dijo que independientemente de lo correcto o lo incorrecto, no era lo esperado (“mi apasionamiento”). Pues esperado o no y por si no lo han concluido mi arrepentimiento brilla por si ausencia. Pero como consejo, la próxima vez que deseen obtener un empleo tengan presente mi experiencia y no le levanten la voz o lleven la contraria a su entrevistador.

EL METODO GRÖNHOLM


País: Argentina-España (2005)
Guión: Marcelo Piñeyro, Mateo Gil
Director: Marcelo Piñeyro
El dato: La película esta basada en la obra de Jordi Galceran. Dicen que la idea de ésta surgió de una anécdota real: en un bote de basura de Barcelona se encontraron una serie de documentos en los que un empleado de personal de una cadena de súper mercados había anotado impresiones de las aspirantes a un puesto de cajera. Los comentarios eran de tintes machistas, xenófobos y crueles.

Síntesis: Siete aspirantes a un alto puesto ejecutivo se presentan a una prueba de selección de personal para una empresa multinacional. Entre ellos, las personalidades más dispares: el triunfador, el agresivo, el crítico, el indeciso...En un clima de tensa competitividad, la inseguridad de los participantes se convertirá en miedo y dudas y estos a su vez en un estado de paranoia general. Tras presentarse con recelo los unos a los otros, se preguntarán si están siendo observados por cámaras o por qué la Compañía ha infiltrado un psicólogo entre ellos que les está ya examinando.En un claustrofóbico clima de máxima desconfianza y absoluta falta de escrúpulos, se crearán alianzas, se producirán disputas, se revelarán secretos, se destaparán pasados…

05 julio 2007

LAS LEYES DE LA MÁXIMA FATALIDAD CON EL MÍNIMO ESFUERZO

1. Cualquier cosa que pueda ir mal, ... irá mal. (Ley de Murphy)
2. Si una cosa puede ir mal, irá mal por triplicado. (Ley de Murphy sobre el gobierno) Si hay diversas cosas que pueden ir mal, irá mal, la que haga más daño. (Corolario de Murphy)
3. Nada es tan fácil como parece. (Primer corolario de Murphy)
4. Todo requiere más tiempo del que prevés. (Segundo corolario de Murphy)
5. Si varias cosas pueden ir mal, irá la que genere problemas mayores. (Tercer corolario de Murphy)
6. Las fotocopiadoras solo estropean los documentos más importantes.Corolario: Si una fotocopiadora se desbanda hará 180 copias, y lo hará cuando se trate de un documento personal. (Ley de Murphy sobre la oficina)
7. Si sabes que una cosa puede ir mal y tomas todas las precauciones irá mal otra cosa.
8. Cualquier problema sencillo se convierte en insalvable, si se hacen las suficientes reuniones para discutirlo. (Ley de Mitchell sobre las comisiones)
9. Cualquier herramienta que caiga irá a parar al rincón más inaccesible. Corolario: De camino hacia el rincón. Cualquier objeto que caiga lo hará sobre tu pie. (Ley de Anthony sobre los talleres)
10. Cuando más importantes sean las notas que estás preparando, más probabilidades hay de que se te rompa la punta del lápiz. (Primera ley de las reuniones de negocios)
11. Los aparatos eléctricos, fallarán en el momento más inconveniente. (Primera ley de Murphy sobre la construcción)
12. Nada sale tal y como está previsto.
13. Siempre encuentras las cosas en el último rincón donde las buscas. (Ley de Boob)
14. Siempre es culpa del compañero. (Primera ley del Bridge)
15. Cuando el gato se termine de dormir en tu falda, y parezca especialmente adorable y satisfecho, te entrarán ganas de ir al baño. (Ley de la frustración felina)
16. Cualquier cosa que empieza bien, acaba mal. Cualquier cosa que empiece mal, acaba peor.
17. Cuando intentes demostrar a alguien que una máquina no funciona, funcionará.
18. Comentario de O'Toole sobre las leyes de Murphy. "Murphy era un optimista"

NOTA EDITORIAL I.



HOLA LECTORES FANTASMAS!!!

Por fin regreso después del breve abandono a Deliriocity. Han pasado un buen de cosas malas, feas, peores y una que otra buena (creo). No se ustedes pero por lo menos yo soy una fiel creyente del la Ley de Murphy que dicta que cuando algo puede salir mal así será. Cada vez que creo que ya lo he visto todo sucede algo que desaparezca mi capacidad de asombro. En fin prefiero parar y no vaciar aquí mis quejumbros por lo menos hoy.
Esta vez espero prometo regresar pronto ya necesitaba mi terapia narrativa. Mientras tanto les dejo algo para los optimistas que aún no conocen la maldición de Murphy.