13 abril 2008

Del Ocio-Diario

Día Lunes
"Una congestión nasal y narrativa"

Últimamente estoy experimentando una congestión narrativa, quisiera escribir pero sencillamente las ideas se niegan a salir, supongo que su principal causa es haber reprimido por varias semanas mis quejumbros, tanto que ahora ni el quejarme me sale de manera natural.
Veamos, podría quejarme de la poca justicia laboral, de sentirme sumamente aburrida, de que nuevamente encendieron el aire acondicionado de la oficina (aunque no lo crean el resto de los chilangos, tengo frío), de que Peter este saliendo con otra, de estar agripada, de que va empezando el mes y mi presupuesto está casi apunto de expirar, etc., etc.
Mmm, no, definitivamente no me siento mejor, deberé seguir pensando en que forma podré darle rienda suelta a mis pensamientos.
Día Martes
"La competencia laboral de Toma de Decisiones"

Hoy si me volé la barda para decidir, de plano me dije- No quiero ir a trabajar- , pero como mi Súper- Yo no me dejaba seguir durmiendo en santa paz, decidí negociármelo con un democrático volado… Maldita suerte, si fui a trabajar!!!
Lo anterior me recordó una de las tantas confesiones que he escuchado en el plano laboral, nomás pa’ que vean que sí yo tomo decisiones personales así otros pueden hasta apostarse el puesto. Pues resulta ser que alguna ocasión un personaje femenino, me narró la siguiente experiencia: “Un día nos llamó a reunión mi jefe (a mi y a otros compañeros del mismo nivel) y nos dijo que le estaban solicitando, de arriba, uno de nuestros puestos. Después de concluir que todos necesitábamos de la misma manera conservar nuestro trabajo y que el jefe no deseaba elegir a quién despedir, votamos por echarlo a la suerte. En un vaso colocamos papelitos con nuestros nombres, y nuestro superior sacaría el que tendría que presentar la renuncia. Afortunadamente no fue mi nombre.”
Como ven, ese sí que es un fiel ejemplo de cómo se toman decisiones en un equipo de profesionistas, empezando con el líder, así que si alguna vez les piden la renuncia y las negociaciones no llegan a ninguna parte, no se torturen y propongan la estrategia del volado, igual y hasta quien se va es otro, ja, ja.



Día Miércoles
"Soñando con perritos"

Tercer día de la semana laboral y lo único que me alienta es pensar que falta menos para que sea viernes. Ayer tuve una noche extraña. En primera, sin planearlo termine en el cine viendo un documental sobre la homosexualidad en África, debo decir que me resulto muy reflexivo su contenido en materia de derechos humanos, constitucionales y de género. Es un buen documental aunque siento que últimamente me podría poner a filosofar hasta con un comercial de Bonafont.
Después, ya en casa, cuando por fin me disponía a dormir, sencillamente no podía ni mantener los ojos cerrados, para acabarla la oscuridad me comenzó a parecer horrible y para acentuar el insomnio me puse a pensar en cosas de terror. Obviamente es cuando no logró entender por qué se me ocurre leer ese tipo de cosas si siempre término sufriendo cuando no logro dormir, hasta recuerdo que en alguna ocasión soñé que estaba leyendo un cuento ilustrado de terror.
Tal vez a ustedes les de risa pero les comparto el relato que provoco que me preocupará por mantener mis brazos sobre la cama al dormir y eso que no tengo perro.


"NO SÓLO LOS PERROS LAMEN".

La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran influencia en la política local; esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña normal con buena educación, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande (esto para que cuidase a la niña cuando creciera), pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la cama.Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, ya aproximadamente como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) y lo hizo y entonces ella se tranquilizó y durmió otra vez.Cuando ella se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así:"NO SÓLO LOS PERROS LAMEN".Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.Se dice que cuando los padres la encontraron ella no hablaba de otra cosa más que de "¿quién me lamió?" y decía el nombre de su perro, se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres, tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al extranjero.
Y la incógnita más grande es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto, es decir crucificado en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la cama?Para los que disfrutan leyendo cuentitos, leyendas y anécdotas como la anterior les recomiendo el siguiente Blog:

http://narracionessobrenaturales.blogspot.com/

Día Jueves
"Saludando al enemigo"


Hoy amanecí de un excelente humor sin motivo aparente, ojala tuviese más seguido días así. Por la mañana recordé que una de mis manías es hacer “cosas” que desconcierten a la gente, por ejemplo, hoy me dispuse a saludar a ciertas personas a las que podríamos decir que nos les caigo muy bien, solo me dije a mi misma “vamos a saludar”, la verdad es que fue un gesto de amabilidad pero creo que se lo tomaron como algo muy “sospechosudo” de mi parte, supongo que pensaron que les iba a pedir algún favor o tal vez que quería hacerles daño, con eso de que son bastante paranoides. En fin, tal vez lo vuelva a hacer dentro de un mes pero eso sí solo será con la intención de volver a ver las caras de sorpresa que pusieron.

Día Viernes
"Mi pijama y yo"


Recientemente adquirí el insano habito de desenchufarme los sábados, sencillamente me da por andar aletargada todo el día, entre menos actividad física mejor. Me levanto tarde, me niego a cambiarme la pijama, tardo horas en tender la cama, eso sí puedo encender la tele para después apagarla y ponerme a escuchar música. Y con eso pueden darme hasta las 3 de la tarde, horario en el que pienso que podría comer algo.
Supongo que el tener programadas actividades este sabadito, le da un toque diferente a mi viernes, sé que tendré que levantarme temprano, deberé cambiarme la pijama por algo decente, y debido a que otro de los planes es trasnochar seguramente no me la pondré nuevamente hasta las primeras horas del domingo. Espero divertirme porque sino seguiré renuente a cambiar mi rutina sabatina.

Despedida

Y éste es final del cuento… perdón nota local que sólo el yeye-boy entendería (¿lo entendiste verdad?)
Así es como acaba este diario, desafortunadamente el ocio no tiene fin.

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