11 mayo 2008

MUSICA PARA HACER EL AMOR


La semana pasada, por circunstancias poco trascendentales de narrar, saque mi viejo walkman, tenía años guardado en un cajón. Al abrirlo me sorprendí pues encontré un cassette que di por perdido en la mudanza de regreso a casa de mis padres. Enseguida reconocí de qué cinta se trataba. Sin pensarlo dos veces la puse en una grabadora para escucharla, mientras iba regresando la cinta y escuchaba los fragmentos de las canciones que tenía, mi mente regreso a varios años atrás.
La emoción no podía ser más fuerte, los recuerdos comenzaron a bombardear mi cabeza, el gusto que me dio encontrar el cassette de repente se transformo en una especie de nostalgia, mis ojos estaban solo a un brillo por llorar.
Mi intención de grabar la “bendita” cinta fue el de ponerla mientras hacía el amor una persona en particular, esto nunca sucedió…
Tiempo después conocí con quien he tenido el noviazgo más largo. Nuestra relación siempre fue extraña, una y mil veces me dije que aquello nunca fue amor. Y sin embargo, hay demasiadas cenizas de algo que jamás existió y en su momento fue muy dolorosa la separación para mí.
Las cancines que contiene el cassette ni siquiera tienen algo, musicalmente hablando, que las destaque pero el significado que tienen juntas para mi es alto, ya que sin necesidad de cerrar los ojos regresan imágenes, palabras y sensaciones pasadas.
Me pregunto si él recordará la vieja grabadora que nos hizo compañía durante tantos días, así como si todavía su pensamiento volara conmigo como lo hacía en aquel entonces con “No te prometo amor eterno…”