22 mayo 2008

¿TIENES EL VALOR O TE VALE?


Hace tiempo que andaba en mi cabeza el escribir algo sobre los valores, esto se deriva principalmente de circunstancias meramente laborales, las cuales por calificarlas de alguna manera diría que se han tornado difíciles de un tiempo a la fecha.

Generalmente cuando hablamos con valores lo relacionamos con la moral por lo que inmediatamente pensamos en la honestidad, la honradez, la tolerancia y el respeto, etc. Sin embargo, una cosa es que los conozcamos teóricamente y otra que actuemos con base a ellos todos los días sin importar las circunstancias.

Con relación a lo último, hace poco un amigo, fue sometido a una entrevista para obtener un puesto. En la entrevista le pedieron que “platicara una experiencia en la que hubiera usado sus valores”. Sinceramente me pareció y me sigue pareciendo excelente su respuesta de que “él usa sus valores todos los días” y no como si fueran un tipo de ropa que se pone uno sólo para ocasiones especiales.

Pero bien esta vez, más allá de querer escribir sobre la práctica de los valores antes mencionados, quiero escribir sobre uno que se relaciona con todos ellos y que difícilmente nos atrevemos a usar, se trata del valor de la DENUNCIA.

¿Ah, verdad? Y aquí si que queda el slogan de “Tienes el valor o te vale”, y me refiero más en el sentido de arrojo. Sinceramente no me sorprende que hasta hace poco este valor no haya tenido la misma promoción que otros por parte de nuestro gobierno. Por si no se acuerdan el año pasado apareció la campaña de Alza la voz del Consejo Nacional de la Comunicación, en cuyos comerciales aparecía el grupo Moderato, haciendo la invitación a denunciar actos de corrupción.

Pues bien como yo si veo la tele, últimamente ando con tendencias suicidas y con un espíritu bélico, he decidido llevar a cabo una muy elegante técnica de denuncia en mi trabajo. Se preguntarán en pro de qué lo hago. Pues podría ser en pro de demostrar que existe gente con poder que es muy tonta y tiene muy poca madre, o de hacer valer los derechos que me otorga una Ley, o estar cansada de ver un sarta de tonterías que afectan a muchas personas, o simplemente por desear quedarme desempleada, ja,ja.

Sé que el no dar detalles de la situación hará volar su imaginación pero por el momento prefiero no ahondar en el asunto, aunque prometo hacerlo pronto, créanme me urge desahogarme.

Eso si a pesar de mi karma con los abogados ahora me estoy especializando en la normatividad en materia para poder meter las manos cuando se ponga fea la cosa. Debo de confesar que tengo miedo, aunque la mayor represalia por andar desafiando y molestando a funcionarios sería la suspensión de mi contrato. De cualquier forma no se preocupen (de eso me encargo yo, ja) no suelo dar un paso sin guarache, y aquí va otra confesión sino me despiden tal vez en un mes yo esté renunciando por lo que creo por el momento no tener nada que perder y en cambio si obtendría la satisfacción de contribuir con un muy pequeño grano de arena a poner freno una serie de injusticias para internos y externos.

1 comentario:

Jesús Mtz dijo...

Tengo mis valores bien firmes, puedes leer una entrada mas abajo de mis post recientes, la 3era empezando desde el principio, y veras de que hablo.
Un saludo.